Estimados Amigos en Cristo de la Diócesis de Austin,
Nuestros corazones están llenos de gozo y gratitud por nuestro nuevo Santo Padre, el Papa León XIV. En la providencia de Dios y con la inspiración del Espíritu Santo, los Cardenales han proveído a la Iglesia de un nuevo pastor. Pedimos a Dios que lo llene de la gracia y la sabiduría para santificar a la iglesia en la unidad, enseñar con la verdad y con misericordia, y liderarnos a proclamar el Evangelio de Jesucristo con nuestras vidas.
Nuestro tiempo en la historia está marcado por retos profundos y complejos. Esperamos que el Santo Padre sea una voz que hable no solo por los Católicos sino por toda la humanidad, dando testimonio de las esperanzas, batallas y dignidad de cada persona creada a imagen de Dios.
Como la roca, el Papa León XIV ahora se esfuerza por incrustarse en la montaña de Dios, para que podamos tener un punto de apoyo por el cual acercarnos más al cielo en esta vida. Que el Señor le otorgue fuerza para aceptar el peso de esta sagrada oficina y sea un fiel Vicario de Cristo en la Tierra.
Invocando la intercesión de la Santísima Virgen María, pedimos al Señor Jesucristo, el Eterno Sumo Sacerdote, que guíe al Papa León XIV mientras comienza su ministerio Petrino para la gloria de Dios y por el bien de la gente de Dios.
Sinceramente en Cristo, Muy Reverendo James A. Misko Administrator Diocesano